¿Qué implica el Valor Respeto?
En todos los hábitos de nuestra sociedad, existen una serie de normas
que organizan y dan estabilidad a las relaciones entre las personas. A veces
son normas escritas, a veces son implícitas, pero ante todo existe un
compromiso cívico con los demás que debe regir nuestras relaciones personales y
laborales. En este compromiso, el respeto siempre debe de estar presente. Con respeto construimos un ambiente
donde el compromiso y la
responsabilidad de cada persona es lo más importante.
La clave: respetar y ser respetado.
Por desgracia, en las relaciones
laborales existen problemas ocasionados en las interacciones de los unos con
los otros. A veces, los intereses de una persona en particular, no coinciden y
es necesario tratar de que sean compatibles. A veces, se producen faltas de
educación o simplemente faltas de compañerismo. En definitiva, faltas de
respeto a los demás.
El respeto, es un valor fundamental en la
vida en general y en la empresa en particular, el respeto está relacionado con
la veneración o el acatamiento que se hace a alguien. El respeto incluye
miramiento, consideración y deferencia.
El respeto es un valor que permite que el hombre pueda reconocer, aceptar, apreciar y valorar las cualidades del
prójimo y sus derechos. Es decir, es el reconocimiento del
valor propio y de los derechos de los individuos y de la sociedad.
El respeto permite que la sociedad viva en paz, en una sana convivencia en base a
normas e instituciones. Implica reconocer en sí y en los demás los derechos y
las obligaciones, por eso suele sintetizarse en la frase “no hagas a los demás lo que no quieres
que te hagan a ti”.
El respeto exige un trato amable y educado; el
respeto es la esencia de las relaciones humanas, de la vida en comunidad, del
trabajo en equipo, de la vida conyugal, de cualquier relación interpersonal. El
respeto es garantía de transparencia.
Una aceptación y valoración positiva del otro por ser persona.
Lleva consigo una aceptación sincera de sus cualidades, actitudes y opiniones,
evita las ofensas y las ironías, no deja que la violencia se convierta en el
medio para imponer criterios.
El respeto a
las personas implica no considerarse superior a
nadie.
El respeto conoce la autonomía de cada ser humano y acepta
complacido el derecho a ser diferente. Todos sentimos que tenemos el derecho a
ser respetados por los demás en nuestro modo de ser, de actuar y de
expresarnos. Esto exige de nosotros el deber de respetar igualmente a todas las
personas.
El respeto a las condiciones
individuales de los compañeros en la oficina es la clave para un ambiente
positivo y más productivo.
La religión, edad, limitaciones físicas, características
particulares o cualquier otra condición personal que haga destacar a algún
empleado dentro del grupo no deben convertirse en blanco para burlas o
desprecio. Se puede ofender al resto del grupo con actitudes que pueden ser
sabiamente manejadas, simplemente hay que pensar en lo que puede ofender a
compañeros e intentar no hacerlo (ejemplo de esto se tiene: mirar la pantalla
del ordenador por encima del hombro, hablar por teléfono en las reuniones,
coger material de la mesa del compañero sin permiso, etc.)
Se trata de lograr un balance
en las relaciones, de tolerar y de respetar a la vez.
Lo ideal es mantener un comportamiento complaciente, pacífico, donde predomine
la serenidad y dejar para el horario personal las expresiones, hábitos y gustos
propios.
Como demostrar respeto en el trabajo
*
·
Tratar a las personas con cortesía,
amabilidad y bondad.
·
Animar a los colaboradores y/o
compañeros a que expresen sus opiniones e ideas.
·
Escuchar a los demás antes de
expresar su punto de vista. Nunca hablar de más, o cortar otra persona cuando está
hablando.
·
Utilizar las ideas de la gente para
cambiar o mejorar el trabajo. En el caso del jefe, dejar que los colaboradores
sepan que se usó su idea, reconocerlo y hacerlo público, o mejor aún, animar al
autor/a de la idea a que la ponga en práctica.
·
No insultar jamás. No menospreciar o molestar
a las personas o a sus ideas.
·
No criticar constantemente por cosas
pequeñas, no menospreciar.
·
Tratar a las personas de igual forma,
sin importar su raza, religión, sexo, edad o país de origen.
·
Proporcionar igualdad de
oportunidades para los empleados para participar en los comités, grupos de
trabajo o equipos de mejora continua.
·
Fomentar la alabanza y el reconocimiento
de compañero a compañero, así como del responsable directo
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