Combata el miedo al fracaso
Muchas personas abrigan un miedo profundo al
fracaso. Este miedo puede estar oculto bajo un barniz de auto-confianza en sí
mismo, pero su impacto de todas formas, puede ser profundo. La incapacidad de
tomar decisiones, que frecuentemente es el resultado del miedo al fracaso,
puede ser un obstáculo importante con miras a la efectividad; y las decisiones
basadas en miedo, en lugar de en lógica, pueden destruir la eficiencia de un
trabajo.
Pocas personas admiten que tienen miedo de fracasar, ya que tal admisión
sería una confesión de debilidad. Los que tienen más éxito, sin embargo, pueden
evaluar sus ansiedades con honestidad y dominarlas efectivamente.
Teniendo presente que no hay medios
simples de llegar a conquistar tal habilidad, hay sin embargo algunas prácticas
que cada uno de nosotros podemos utilizar para nuestro beneficio.
CUATRO PRÁCTICAS:
1. Auto-evaluación. Es parte de la naturaleza humana resistir a examinar con
severidad: a evaluar el comportamiento desde un ángulo crítico. Incluso en esas
ocasiones en que se pregunta a otras personas qué piensan de las ideas o comportamiento, muchas veces se quiere
oír, no la crítica sino el elogio.
Una evaluación crítica de las situaciones y el entender de qué
forma el miedo pueden haber influenciado en acciones, es crucial para poder
reconocer el miedo. Las siguientes preguntas pueden ayudar en este respecto:
·
¿He dejado alguna vez de tomar una
decisión por miedo a equivocarme?
·
¿Estuve en realidad reaccionando al
miedo la última vez que me encolericé?
·
¿He dejado alguna vez de indicar a mi
supervisor alguna situación insegura por miedo de que él me respondiera que lo
que yo creía que era una situación peligrosa no tenía tanta importancia?
·
¿He dejado alguna vez de sugerir una
recomendación a un compañero de trabajo por miedo de que éste me respondiera
que mi sugerencia era una niñería?
·
¿Tengo miedo de fracasar cuando
empiezo un proyecto?
·
¿Tengo tendencia a desestimar mis
éxitos pasados?
·
¿Estoy tenso en ciertas situaciones
cuando no lo debería de estar?
·
¿Me preocupo de que alguien algún día
pueda “usurpar” mi trabajo?
Haber reconocido que el miedo al fracaso ha jugado un papel importante
en el comportamiento, el próximo paso es identificar las situaciones
particulares que hubieran precipitado ese miedo.
2. Identificación de las áreas. Algunas personas se sienten
especialmente ansiosas acerca de sus relaciones con su superior inmediato.
Otros tienen miedo de sus tratos con sus compañeros de trabajo o subordinados.
Muchos miedos están íntimamente unidos a relaciones interpersonales o
pueden ser identificados con claridad al considerar varias relaciones que
pueden muy probablemente estimular el miedo. Esas posibilidades incluyen:
·
Nuestros superiores
·
Nuestros compañeros de trabajo
·
Nuestros subordinados
·
Contactos fuera de la compañía
3. Análisis. A estas alturas, debemos separar los miedos
legítimos de los irracionales, esto es, auto-generados. Al separar el “hecho” de
la “fantasía”, podemos lograr una perspectiva adecuada sobre nuestras
habilidades.
Algunos miedos son justificados, naturalmente.
Cuando lo son, la pregunta más importante es: ¿Qué acción constructiva puedo
tomar?
4. Acción. Para conquistar el miedo se debe “hacer” algo. Tratar
nuevas formas de manejar las situaciones miedosas. Poder solucionar situaciones
en las que se tiene las mayores posibilidades de triunfar, y a continuación introducirse
a esas situaciones y ver si el miedo está justificado. A medida que la
confianza es hábil para manejar esas situaciones y va en aumento, se puede
tratar de pasar en otras situaciones o desafíos más grandes y complejos.
Conclusión
En pocas palabras, podemos
dominar nuestro miedo modificando nuestro comportamiento.