viernes, 30 de agosto de 2013

5ta Charla Mes Agosto



Las Relaciones Interpersonales en el Trabajo

 


Las relaciones interpersonales en el constituyen un papel crítico en una empresa. Aunque la calidad de las relaciones interpersonales en sí no basta para incrementar la productividad, sí pueden contribuir significativamente a ella, para bien o para mal.
Los coordinadores necesitan comprender qué es lo que representa una relación interpersonal correcta con los trabajadores. Aquellos que han arribado a sus puestos desde abajo, a menudo se les aconsejan mantener cierta distancia social con los trabajadores. Sin embargo, debe ser abordable y amistoso sin dejar de ser justo y firme. Se necesita mostrar interés en los trabajadores, sin ser entrometido. Un buen sentido de humor siempre ayuda.
Entre otras cosas, parte de la responsabilidad de un Coordinador es saber escuchar a los empleados y a veces proporcionarles consejos. Diferencias individuales y culturales a veces pueden complicar las relaciones interpersonales.
La calidad de tus relaciones interpersonales.
Se presenta una seria de ideas por las cuales debes colocar en práctica.
1) Empatía.
La empatía significa ponerse en el papel del otro, intentar comprender sus sentimientos, sus razones (por qué actúa de esa manera) y, en última instancia, sentirse identificada con él o ella.
Cuando nos identificamos de esta manera con nuestro interlocutor se produce una química especial entre los 2 y la relación se vuelve mucho más sincera y cordial.
2) Amabilidad.
Da gusto encontrarse con personas amables que te saludan cordialmente, te regalan una sonrisa.
El valor de la amabilidad no aparece de la noche al día. Es algo que hay que cultivarlo todos los días, convertirlo en un hábito. Hay que esforzarse porque uno de los rasgos de nuestra personalidad sea el de la amabilidad. Esos pequeños gestos te serán devueltos con creces.
3) Abrirse a los demás.
No podemos ir todos los días con unas orejeras como los burros, esquivando a las personas y transmitiendo lo mínimo imprescindible. Hay que romper esa coraza que nos atenaza y buscar la relación con otras personas. Cuando una persona se abre a los demás se siente infinitamente mejor.
4) No tomarse los desaires o críticas como algo personal.
Es normal que personalicemos algún desaire: “No me ha saludado porque no le caigo bien.”
Tenemos que  entender que el problema no radica en nosotros sino en la persona de la que proviene esa energía negativa. Si ha actuado así con nosotros probablemente lo hará con otras personas. No es por ti… es por él o ella.
Dale otra oportunidad.
5) Ser uno Mismo
No tenemos que actuar. A todos nos gustan las personas auténticas con sus aspectos positivos y negativos. Si te conviertes en un ser perfecto resultarás aburrido/a.
Muchas personas tienen que hacer un esfuerzo por ser ellos mismos porque tienen miedo al rechazo. No hay nada más liberador que ir por la vida siendo quien de verdad eres.
6) No prejuzgar.
En muchas ocasiones las apariencias engañan. Esa persona que crees que te va a caer mal puede que resulte ser una persona con la que te sientes muy cómodo/a. Sin embargo, en un primer momento la miras recelosa y te cierras en banda a cualquier relación con ella.
No se puede ir así por la vida. Relájate y sé más flexible.
7) Relajación.
No puedes estar tensa cuando entablas una relación con otra persona. Intenta relajarte y disfrutar de su presencia, de su conversación. Esto, por supuesto, se adquiere con mucha práctica así que empieza tu entrenamiento hoy mismo 
8) Aprende a escuchar o a dar tu opinión.
Hay personas que no hablan nada por miedo a ser juzgados negativamente y en cambio otros no paran de hablar y monopolizan las conversaciones.
Si estás en uno de estos 2 polos opuestos tienes que aprender a dar tu opinión sin miedo o a escuchar.
9) Aceptar que no puedes caer bien a todo el mundo.
Esto es prácticamente imposible y antinatural así que no te sientas frustrado (a) si ves que alguien te rechaza. Simplemente respeta su opinión porque seguramente a ti no te caerá bien todo el mundo. No pasa nada.

10) Encontrar el valor que destaca en cada persona.
Todos tenemos un buen valor que destaca en nosotros: la sinceridad, la nobleza, la solidaridad, la inteligencia, la amabilidad, es clave aprender a identificar lo bueno que tiene cada persona.
Que se te pegue lo bueno de cada persona… lo malo, deséchalo.