viernes, 27 de diciembre de 2013

4ta Charla Mes Diciembre

Tenga una Buena Actitud de Seguridad



Piense sobre la seguridad
• ¿Con qué frecuencia piensa usted en la seguridad en el trabajo?

Si responde que “no mucho” o “sólo cuando se lesiona un compañero de trabajo”, entonces es
Importante que cambie y tenga otra actitud de seguridad.
 Tener buenas actitudes de seguridad significa:
·         Hacer el mejor trabajo posible no el trabajo más rápido que usted pueda

·         Tener cuidado en el trabajo y no participar en bromas o juegos bruscos

·         Prestar atención al trabajo que está haciendo

·         Estar alerta de los posibles peligros que pueden ocurrir y reportarlos lo más pronto posible

·         Tomar precauciones contra los peligros, por ejemplo usar el equipo de protección personal que se proporciona.

·         Seguir todos los reglamentos de seguridad y prestar mucha atención a las señales de advertencia

·         Preocuparse de la seguridad de los compañeros de trabajo y de la suya

·         Ser responsable de su propia seguridad

·         Incluyendo informar de inmediato todas las lesiones y accidentes

Distracciones comunes

·         Hay muchas razones por las cuales los empleados se distraen de las tareas que están ejecutando y terminan lesionados.

Algunas distracciones comunes son:

·         Dormir muy poco

·         Llegar al trabajo enfermo

·         Llegar al trabajo después de haber consumido alcohol u otras drogas

·         Estar pensando en otras cosas

·         Hacer las cosas con demasiado prisa

·         Estar enojado o molesto

·         No prestar atención a lo que está haciendo

·         No preocuparse de los peligros alrededor

·         Conversar con los compañeros de trabajo y no concentrarse en lo que está haciendo

Mala actitud de seguridad

Hay muchos ejemplos de mala actitud de seguridad
Estos son algunos ejemplos que debe considerar.
Si alguno de estos le parecen conocidos, todavía hay tiempo para corregirlos:

·         “Voy a hacer las cosas como yo quiera.

·         Yo sé lo que estoy haciendo”.

·         “Yo siempre lo he hecho a mi manera y nunca me he lesionado”.

·         “Yo puedo hacer este trabajo hasta durmiendo”.

·         “No tengo tiempo de pensar sobre la seguridad”.

·         Necesito terminar este trabajo ahora mismo”.

·         “Yo sé una manera de hacer el trabajo en forma más rápida”.

·         “Estos reglamentos de seguridad no son importantes, de ningún modo se aplican a mi trabajo”.

·         “Este trabajo es simple”.

·         “Yo puedo hacerlo por mi propia cuenta, yo no necesito ayuda”.





viernes, 20 de diciembre de 2013

3era Charla Mes Diciembre

RIESGOS EN OFICINAS








Muchos trabajadores piensan que, en una oficina, no estarán expuestos a riesgos. Esto lleva a un falso sentimiento de seguridad. Con esto ellos tienden a mostrarse reacios a la seguridad cuando están en la oficina. Pero, una visión más detallada de los hábitos en la oficina muestra que los riesgos existen.
Las caídas representan los accidentes más comunes en la oficina y causan la mayoría de las lesiones incapacitantes. En la realidad, los trabajadores de oficina están expuestos dos veces más a sufrir caídas que los otros. Las personas caen mientras están caminando, subiendo las escaleras y aun cuando están sentadas en la silla. Ellas se enredan con cables eléctricos y de teléfono, cajas de archivos y de escritorios abiertos y en equipos y paquetes dejados por donde caminan.

Un buen orden es esencial para evitar las caídas. No ensucie el piso y no enjuague cualquier líquido derramado inmediatamente. Recoja los pedazos de papel, clips, borradores, lápices y otros objetos cuando los encuentre.
Los archivos representan otra fuente de muchos accidentes en las oficinas. Tenga cuidado cuando abra más de un cajón al mismo tiempo, y no almacene mucho material en el cajón de arriba. Estas dos situaciones sobrecargan el tope del archivo, inclinándolo y haciendo que caiga.
Use un cajón cada vez. Ábralo solamente lo necesario y cerrarlo cuando la tarea haya sido culminada. No golpee los cajones para cerrarlos, pues ya muchos dedos fueron lastimados por esto.
Nunca ande rápido por el piso cuando está sentado en una silla con rodachinas, nunca se incline en la silla para pegar objetos del piso o inclinarse para atrás para colocar los pies sobre la mesa. Naturalmente, el hábito más peligroso es subir una escalera especialmente las equipadas con ruedas para alcanzar un objeto más alto.

Aquí hay algunas prácticas que le ayudaran a mantener su seguridad en la oficina:

Observe el camino
·         No lea y camine  al mismo tiempo.

·         No permanezca en frente de puertas que abren en su dirección
Ni fósforos ni cigarrillos en la cesta de la basura.
·           Sepa dónde están los extintores de incendio cómo usarlos.

Un accidente en una oficina es tan doloroso y caro como el que ocurre en la fábrica o en el campo. Todos nosotros pasamos una parte del día en la oficina. De esta forma, debemos desarrollar y seguir prácticas seguras de trabajo en la oficina también.



viernes, 13 de diciembre de 2013

2da Charla Mes Diciembre

Claves para resolver los conflictos y problemas de las organizaciones

La fuente del conflicto está, muchas veces, en el pensamiento discordante al nuestro. “Consideramos que un problema se ha solucionado cuando lo ha hecho conforme a nuestras expectativas”.



Los cambios continuos a los que se ven sometidas las organizaciones han provocado que se abra el abanico de conflictos que pueden darse en una empresa. “Ante cualquier tensión laboral los pasos son: saber identificar el conflicto; llegar a los procesos subyacentes al problema y, después, a la acción para convertir las empresas en un lugar más inteligente que haga al directivo más dueño de su destino.
En un conflicto siempre está en juego la autoestima, asociada a la necesidad de reconocimiento. “La autoestima es el juicio sobre la misma persona.
En la práctica, cada conflicto requiere de un determinado modus operandi, ¿qué puede hacer un líder cuando existe tensión entre dos personas de su equipo? “Aprovechar que tiene influencia sobre los dos y mediar desde la autoridad. Siempre hay que evitar dar la razón a uno u otro y buscar los puntos de encuentro para que negocien sus diferencias”
Otra situación común en las organizaciones es la lucha de poder entre los líderes: “El poder es expansivo y, por eso, hay que ponerle límites. El poder es un recurso escaso y por eso siempre habrá gente que quiera quitarte la silla. El único remedio para evitarlo es manejar la información”.
En conflictos empresariales cuál es el más difícil de resolver, “El odio entre la familia, que puede llegar a disolver empresas de larga tradición familiar”. Reivindica la negociación para solventar las tensiones. Dentro de esa negociación está la retribución, pero también el desarrollo personal. Además, cree que un buen gestor de conflictos controla las expectativas y cuida la autoestima de los demás, aunque advierte de que hay conflictos “que simplemente no tienen solución”.
Tipos de conflicto en las organizaciones
De competitividad: Derivan en una cooperación insuficiente. Que cada departamento tenga unos objetivos propios es una fuente natural de tensiones.
De roles: Las posiciones de las personas en las compañías se configuran en roles, y esos roles contienen expectativas que están muy relacionadas con los conflictos. Cuando las expectativas no se cumplen, se crea frustración.
De comunicación: El exceso de información (por ejemplo, un correo con copia a alguien, para que no pueda decir que no estaba al tanto), a veces, consigue que no se aclare la realidad. Igual de peligroso es falsear la información y el secretismo.
De poder: Ascender o rebajar a alguien de categoría, el estilo directivo o incrementar competencias son algunas de las mayores fuentes de conflictos en las compañías.
Considerando lo anterior, podemos enunciar que todas las personas adoptamos una postura frente a un conflicto:
a) una postura en la que existe mayor preocupación por uno mismo en la resolución de conflictos,
b) una postura de preocupación por el otro, en el proceso de resolución del conflicto.
Distinguir estas dos posiciones frente a la resolución de un conflicto no implica que una sea más correcta que otra, por el contrario, dependiendo de la intensidad y características de la situación y considerando la relación de poder, reciprocidad y expectativas futuras de la relación entre las partes, las personas se mueven entre estas dos posiciones, asumiendo algún estilo de resolución.

Teniendo como eje estas dos posturas, distinguiremos cinco estilos posibles de enfrentar una controversia: Competitividad, Evitación, Compromiso, Acomodación y Colaboración.

viernes, 6 de diciembre de 2013

1era Charla Diciembre

Cómo reducir el estrés y disfrutar de tu trabajo




En una empresa el Gerente tiene un mar de emociones, entre molestia, enojo y frustración.  
Un primer impulso es regañar a los empleados, pero por el  bien de ambos y la empresa,  el Gerente espera unos segundos antes de contestar, lo cual le permite responder lógicamente en lugar de reaccionar emocionalmente.

Las reacciones emocionales ante presiones y trabajo son la forma más común de comportarse, pero la menos conveniente, ya que esta reacción se convierte en títere y víctima de las circunstancias con graves consecuencias en eficiencia y efectividad, clima laboral, satisfacción, salud mental y física.

La mayoría de las personas  están más ocupadas que nunca, y tiene que lidiar constantemente con asuntos diversos: trabajo, fechas de entrega, familia, problemas, cuestiones financieras, entre otras cosas.
Esto no se controla puesto que son circunstancias impuestas por factores externos. Lo que sí se puede controlar es la manera como te relacionas con estos factores externos y la respuesta que das  a cada uno de ellos.

La buena noticia es que es posible reducir el estrés antes de que dañe la salud, desempeño, satisfacción y paz mental, para ello se sugiere las siguientes acciones.

1. Elige tu actitud
No se puede elegir las cosas que le pasan, pero sí puede elegir la actitud que toma. Ante cualquier cosa que estés haciendo o que te interponga la vida, pregúntate ¿quién estoy siendo? ¿Estás siendo enojón, impaciente, frustrado? Distingue tus comportamientos  y altera tu manera de ser si esta no te beneficia.

2. Sé agradecido
Constantemente se piensa y lamenta por lo que está mal, lo cual solo incrementa el estrés. Una manera muy efectiva de reducirlo es practicar el agradecimiento. La persona puede y debe estar agradecido por una multitud de cosas, como estar vivo, tener trabajo, familia, amigos, salud, etc. Siempre hay algo de lo que puedes estar agradecido.

3. Diviértete
Trabajar es importante, pero no tiene que ser pesado y aburrido. De hecho, estos calificativos son interpretaciones que se da. Diviértete en el trabajo y vive la vida con un poco de sentido del humor, así todo se aligera y se genera energía para lidiar con otras cosas.

4. Enfócate en los demás y sé generoso
Una de las razones por las que se estresa es porque todo se trata acerca de la misma persona. Constantemente se piensa en situaciones, proyectos, logros, problemas, etc. esto permite desconectarte por momentos, además de ser una fuente probada (pero poco practicada) de satisfacción en la vida.

5. Espera 3 segundos y responde en lugar de reaccionar
Hacer esto permite que midas la situación, elijas la actitud y actuar de la mejor manera. Esta espera también provee suficiente tiempo para que la parte racional del cerebro, se conecte, permitiendo pensar y elegir las respuestas en lugar de que la situación la elija por ti.

6. Realiza actividades que ayuden a relajarte
Para manejar el estrés es esencial realizar actividades que ayuden a relajar. Ya sea caminar, hacer ejercicio, ir al cine, meditar, respirar profundamente, reírte, imaginar que se está en un lugar muy pacífico, leer un libro, etc. Dedicarle tiempo a sí mismo es una de las mejores maneras de reducir el estrés, lograr equilibrio emocional y evitar consecuencias graves.

La mayor parte del nuestro estrés es causado por pensamientos negativos y nuestras reacciones ante las situaciones de la vida y el trabajo. No siempre puede escoger lo que tiene, pero siempre puede elegir su actitud. “Haz lo que amas o ama lo que haces.” 




viernes, 29 de noviembre de 2013

5ta Charla Mes Noviembre

El proceso de aprendizaje de la seguridad no termina nunca


Para un trabajador después de haber permanecido durante muchos años en un mismo puesto sin sufrir ningún accidente laboral, es algo muy común, sentir que ha adquirido mucha experiencia en su trabajo y conoce por lo tanto, tan bien los elementos, equipos, instalaciones y herramientas que componen su lugar de trabajo, que muchas veces, piensa que no necesita más entrenamiento e instrucciones, “si durante tantos años nada ha ocurrido, ya nada puede ocurrir”, así es que no tiene mucho que enseñarle.

Si bien es reconocible su gran experiencia de trabajador y su trabajo es muy familiar, hay numerosos estudios que demuestran que incluso, los trabajadores más experimentados y antiguos, y que nunca tuvieron un accidente del trabajo durante más de veinte años de trabajo, necesitan que se les recuerde regularmente lo esencial que es trabajar con seguridad.
Hay casos reales de personas que trabajaron durante veinte años o más, sin sufrir un solo accidente, y un día se lesionaron gravemente incluso un mes o una semana antes de su jubilación y de retirarse de la empresa.

Pese a toda la experiencia que podamos tener, pese a la cantidad de años que trabajemos en el mismo puesto de trabajo o en la empresa, pese a todo, son seres humanos y se requiere de herramientas que ayuden a proteger todos los días, en este caso se necesita estar siempre alertas sobre los peligros que rodean y prevenir el riesgo esto se logra acatando el programa de seguridad que la empresa posee debemos identificar las actividades necesarias para que el programa sea efectivo.
Identificar aquellos elementos que consideremos críticos para tener un programa de prevención de accidentes, debemos establecer normas, asignar responsabilidades a las personas que deben aplicar y vigilar el cumplimiento de esas normas. Toda la línea de mando debe asumir sus responsabilidades, enmarcadas dentro de los programas creados por las políticas.

Se necesita recordar constantemente que las normas y que las reglas de seguridad vigentes en todas partes de área de trabajo, a veces en forma de letreros, nos recuerdan una regla de seguridad que se debe respetar siempre, sin importar la edad, ni los años que llevemos en el área de trabajo. Ya que, un segundo es suficiente para producir un accidente que se tenga que lamentar durante el resto de la vida.

Se necesita recordar las instrucciones, los letreros, señales, las normas y los procedimientos de trabajo seguros que ayudan que se haga un trabajo bien hecho, durante la vida laboral. Por mucha experiencia que se tenga, o por años que de trabajado sin tener accidentes, se piensa  que el proceso de aprendizaje de la seguridad no termina nunca.



jueves, 21 de noviembre de 2013

4ta Charla Mes Noviembre


¿Por qué no vemos los riesgos?

Algunas veces esta pregunta es planteada después de un accidente; otras veces simplemente refleja la frustración general que hay con relación a los intentos de avanzar más allá del nivel actual de desempeño en seguridad.





Cualesquiera que sean las circunstancias esta es, sin dudas,  una pregunta de suma importancia. Es bastante común ver trabajadores altamente capacitados y muy experimentados hacer cosas que reconoce como “riesgo”. A menudo ocurre que las personas que corren riesgos son los trabajadores más valiosos y productivos de una organización.

Entonces, ¿por qué corremos riesgos?





Es obvio que el trabajador individual y la Organización comparten un interés común  en cuanto a evitar daños. En el ámbito del trabajador individual, nadie quiere salir herido. En el ámbito de la Organización, nadie quiere incurrir en las perturbaciones que resultan de los daños.
Con este interés compartido por evitar daños, es improbable que los empleados corran riesgos ya reconocidos y totalmente evaluados.
Sin embargo, en muchos casos un empleado que enfrenta la necesidad de desempeñar una tarea durante su día de trabajo no percibe el riesgo.
Encontramos así, varias razones por las cuales fallamos en la percepción de los riesgos, y entender estas razones es el punto de partida para comprender los pasos que reduzcan los comportamientos riesgos-os.
 Las razones más comunes de esta falla de percepción pueden clasificarse de la siguiente manera:

Retroalimentación falsa
Una de las causas de la escasa percepción de un riesgo es que los accidentes ocurren con tan poca frecuencia que la mayoría de las personas nunca han experimentado uno. Esto establece la expectativa de que cada día de trabajo pasará sin ningún accidente, y da por resultado que las personas desarrollen la convicción de que lo que están haciendo no les causará ningún daño.
Este fenómeno lo experimentamos no solo en el lugar de trabajo. De vez en cuando muchos de nosotros conducimos excediendo el límite de velocidad. Lo hacemos con la expectativa de que completaremos nuestro viaje sin novedad. Si medimos objetiva y racionalmente la cantidad en que aumentamos el riesgo contra la poca cantidad de tiempo que estamos ahorrando, no aceleraríamos. Pero muchos de nosotros conducimos durante años sin experimentar un accidente vehicular, y los accidentes de automóvil son mucho más frecuentes que los accidentes industriales.
Comodidad con el Statu
Otra causa que contribuye a una escasa percepción del riesgo es la comodidad que implica mantener el statu y la fuerte resistencia a cambiarlo, aun cuando esto mismo conlleve a correr riesgos.
Consiste en el uso de equipos de protección personal por parte de personas que trabajan a grandes alturas. Las caídas desde las alturas han sido la causa principal de serios daños. Sin embargo, ha habido una fuerte resistencia al uso de equipo de protección para caídas por parte de muchas personas que trabajan en el rubro, expresados frecuentemente en términos de la preocupación de que los dispositivos mismos sean peligrosos. En realidad, la causa real de esta resistencia es la resistencia a cambiar la manera en que siempre se ha hecho el trabajo.


Interferencia cognoscitiva
Esta tercera causa ocurre cuando los “atajos” que utiliza nuestro cerebro incluyen en la manera en que reconocemos riesgos.
El cerebro está determinado para procesar grandes cantidades de información de forma rápida y de maneras muy sofisticadas. Uno de los mecanismos que ayuda a hacer esto es la capacidad que el cerebro tiene para “compensar deficiencias” y reconocer patrones. Cuando leemos no nos concentramos en las letras de cada palabra, sino que captamos el significado. Podemos hacer esto porque el contexto y las pistas iniciales nos ayudan a dar un salto hacia lo que queremos ver.
Esa capacidad, que generalmente es tan útil, puede llegar a ser un impedimento para el reconocimiento de los riesgos. Cuando se encuentran en situaciones comunes, tenemos la tendencia a ver lo que esperamos ver, y si la situación ha cambiado de alguna manera que introduzca un riesgo no se puede dar cuenta de los  cambio.
Acostumbramiento
Al realizar un trabajo hay dos factores que influencian nuestra seguridad: la experiencia (que nos da el conocimiento de cómo estar seguros bajo las diversas circunstancias que se encuentran) y la conciencia (que hace reconocer rápidamente las circunstancias ante las cuales se puede tener la necesidad de reaccionar.).
Cuando un empleado es nuevo, o es nuevo en un trabajo específico, tiene mucha conciencia pero poca experiencia. El trabajador es muy sensible al riesgo pero no tiene mucha capacidad para manejar el riesgo.
Al pasar el tiempo la experiencia crece, pero la conciencia disminuye a medida que la actividad se vuelve menos novedosa y más rutinaria.
A la larga, el empleado tiene mucha experiencia y poca conciencia, y en este caso es menos probable que reconozca el riesgo. En efecto, el empleado se ha “insensibilizado” a los peligros del trabajo.