Los cuatro
tipos de creencias destructivas en seguridad y salud laboral
miércoles, 25 de noviembre de 2015
5ta Charla Mes Octubre
Muchas personas no consiguen cambiar
comportamientos de riesgo ya que sus creencias inconscientes lo limitan,
convirtiéndose en algo destructivo.
Cuatro tipos de creencias son:
1.
Creencias
sobre la causa.
2.
Creencias
sobre el significado.
3.
Creencias
sobre la identidad.
4.
Creencias
sobre el sistema social y organizacional.
¿Qué
significan los accidentes, las enfermedades profesionales? Si tienes un
accidente ¿Significa que eres mala persona, que eres un despistado, que no
tienes remedio, incluso que mereces un castigo?
¿Significa
que te has propuesto matarte o impedirte para el trabajo? ¿Significa que tienes
que introducir cambios en tu manera de comportarte con respecto a la seguridad
y la salud?
¿Qué
significa que no se puede cumplir las normas de seguridad, o utilizar un
determinado equipo de protección? Significa que eres diferente, que no te
tienen en cuenta, que tú controlas los riesgos y sabes lo que haces, o que
realmente hay que arriesgarse, aunque sea un poco.
La
seguridad significaba una guerra de dos partes en conflicto, con intereses
contrapuestos. La producción y la seguridad. Esta creencia está mucho más
arraigada aún de lo que se pudiera pensar.
La
seguridad y las personas que la simbolizaba significaban una amenaza para su
concepto del trabajo y la producción. Esta creencia es una barrera para mejorar
los comportamientos en seguridad y salud.
¿Qué haces ante lo que consideras que es enemigo? Luchas contra ello, te
defiendes, piensas que quiere vencer sobre ti y “aniquilarte”.
Solo
cuando estas personas pudieron poner en tela de juicio su creencia y se
permitieron la posibilidad de que no fuera tan cierta, pudo mejorar la
seguridad y salud.
Las
creencias se expresan a través de comportamientos congruentes con ellas, y las
creencias con respecto al significado también.
A
veces las personas creen que sus dificultades para cumplir determinadas normas
de seguridad se derivan de la existencia de dos partes que están dentro de ella
y que piensan cosas diferentes, una a favor de cumplirlas y otra en contra.
Este caso, que también suele darse con frecuencia, precisa trabajar para
integrar estas dos partes en conflicto.
Por
ejemplo si crees que la vida sin riesgo es un aburrimiento, y por otro lado
crees que debes mantenerte sano para trabajar y poder aportar a tu familia los
ingresos que podrán mantener el estilo de vida que quieres para ella, estas en
un conflicto de lo que significa la seguridad y la salud para ti. Y
probablemente creerás que solo puede darse una de las dos opciones, y una está
en contra de la otra. Si das preponderancia a la primera, correrás riesgos, y
tu vida no será nada aburrida, sin embargo es posible que en algún lugar de tu
mente la otra creencia surja. Y al hacerlo, las emociones que te suscita pensar
en la posibilidad de que pueda truncarse lo que quieres aportar a tu familia
por un posible accidente, no son buenas, y hacen que en el fondo, te sientas
mal con tu comportamiento. Esto puede hacer que te desconcentres, te despistes
y puedas accidentarte. Sin embargo, si das preponderancia a la creencia de
mantenerte sano para dar un estilo de vida a tu familia, también asomará la
otra creencia y tu trabajo te parecerá, en el fondo, aburrido. Te sentirás
aburrido, desinteresado, y no estarás atento a tu trabajo y a los riesgos y por
tanto podrás despistarte, fallar, etc., y sufrir un accidente.
Este peligroso conflicto de creencias sobre el
significado se puede resolver integrando las dos partes en conflicto, las dos
polaridades. Cada parte tiene una intención positiva, y reconocerlas es el
camino de integrarlas. Esto forma parte de una técnica de integración sencilla
y muy efectiva.
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