viernes, 29 de noviembre de 2013

5ta Charla Mes Noviembre

El proceso de aprendizaje de la seguridad no termina nunca


Para un trabajador después de haber permanecido durante muchos años en un mismo puesto sin sufrir ningún accidente laboral, es algo muy común, sentir que ha adquirido mucha experiencia en su trabajo y conoce por lo tanto, tan bien los elementos, equipos, instalaciones y herramientas que componen su lugar de trabajo, que muchas veces, piensa que no necesita más entrenamiento e instrucciones, “si durante tantos años nada ha ocurrido, ya nada puede ocurrir”, así es que no tiene mucho que enseñarle.

Si bien es reconocible su gran experiencia de trabajador y su trabajo es muy familiar, hay numerosos estudios que demuestran que incluso, los trabajadores más experimentados y antiguos, y que nunca tuvieron un accidente del trabajo durante más de veinte años de trabajo, necesitan que se les recuerde regularmente lo esencial que es trabajar con seguridad.
Hay casos reales de personas que trabajaron durante veinte años o más, sin sufrir un solo accidente, y un día se lesionaron gravemente incluso un mes o una semana antes de su jubilación y de retirarse de la empresa.

Pese a toda la experiencia que podamos tener, pese a la cantidad de años que trabajemos en el mismo puesto de trabajo o en la empresa, pese a todo, son seres humanos y se requiere de herramientas que ayuden a proteger todos los días, en este caso se necesita estar siempre alertas sobre los peligros que rodean y prevenir el riesgo esto se logra acatando el programa de seguridad que la empresa posee debemos identificar las actividades necesarias para que el programa sea efectivo.
Identificar aquellos elementos que consideremos críticos para tener un programa de prevención de accidentes, debemos establecer normas, asignar responsabilidades a las personas que deben aplicar y vigilar el cumplimiento de esas normas. Toda la línea de mando debe asumir sus responsabilidades, enmarcadas dentro de los programas creados por las políticas.

Se necesita recordar constantemente que las normas y que las reglas de seguridad vigentes en todas partes de área de trabajo, a veces en forma de letreros, nos recuerdan una regla de seguridad que se debe respetar siempre, sin importar la edad, ni los años que llevemos en el área de trabajo. Ya que, un segundo es suficiente para producir un accidente que se tenga que lamentar durante el resto de la vida.

Se necesita recordar las instrucciones, los letreros, señales, las normas y los procedimientos de trabajo seguros que ayudan que se haga un trabajo bien hecho, durante la vida laboral. Por mucha experiencia que se tenga, o por años que de trabajado sin tener accidentes, se piensa  que el proceso de aprendizaje de la seguridad no termina nunca.



jueves, 21 de noviembre de 2013

4ta Charla Mes Noviembre


¿Por qué no vemos los riesgos?

Algunas veces esta pregunta es planteada después de un accidente; otras veces simplemente refleja la frustración general que hay con relación a los intentos de avanzar más allá del nivel actual de desempeño en seguridad.





Cualesquiera que sean las circunstancias esta es, sin dudas,  una pregunta de suma importancia. Es bastante común ver trabajadores altamente capacitados y muy experimentados hacer cosas que reconoce como “riesgo”. A menudo ocurre que las personas que corren riesgos son los trabajadores más valiosos y productivos de una organización.

Entonces, ¿por qué corremos riesgos?





Es obvio que el trabajador individual y la Organización comparten un interés común  en cuanto a evitar daños. En el ámbito del trabajador individual, nadie quiere salir herido. En el ámbito de la Organización, nadie quiere incurrir en las perturbaciones que resultan de los daños.
Con este interés compartido por evitar daños, es improbable que los empleados corran riesgos ya reconocidos y totalmente evaluados.
Sin embargo, en muchos casos un empleado que enfrenta la necesidad de desempeñar una tarea durante su día de trabajo no percibe el riesgo.
Encontramos así, varias razones por las cuales fallamos en la percepción de los riesgos, y entender estas razones es el punto de partida para comprender los pasos que reduzcan los comportamientos riesgos-os.
 Las razones más comunes de esta falla de percepción pueden clasificarse de la siguiente manera:

Retroalimentación falsa
Una de las causas de la escasa percepción de un riesgo es que los accidentes ocurren con tan poca frecuencia que la mayoría de las personas nunca han experimentado uno. Esto establece la expectativa de que cada día de trabajo pasará sin ningún accidente, y da por resultado que las personas desarrollen la convicción de que lo que están haciendo no les causará ningún daño.
Este fenómeno lo experimentamos no solo en el lugar de trabajo. De vez en cuando muchos de nosotros conducimos excediendo el límite de velocidad. Lo hacemos con la expectativa de que completaremos nuestro viaje sin novedad. Si medimos objetiva y racionalmente la cantidad en que aumentamos el riesgo contra la poca cantidad de tiempo que estamos ahorrando, no aceleraríamos. Pero muchos de nosotros conducimos durante años sin experimentar un accidente vehicular, y los accidentes de automóvil son mucho más frecuentes que los accidentes industriales.
Comodidad con el Statu
Otra causa que contribuye a una escasa percepción del riesgo es la comodidad que implica mantener el statu y la fuerte resistencia a cambiarlo, aun cuando esto mismo conlleve a correr riesgos.
Consiste en el uso de equipos de protección personal por parte de personas que trabajan a grandes alturas. Las caídas desde las alturas han sido la causa principal de serios daños. Sin embargo, ha habido una fuerte resistencia al uso de equipo de protección para caídas por parte de muchas personas que trabajan en el rubro, expresados frecuentemente en términos de la preocupación de que los dispositivos mismos sean peligrosos. En realidad, la causa real de esta resistencia es la resistencia a cambiar la manera en que siempre se ha hecho el trabajo.


Interferencia cognoscitiva
Esta tercera causa ocurre cuando los “atajos” que utiliza nuestro cerebro incluyen en la manera en que reconocemos riesgos.
El cerebro está determinado para procesar grandes cantidades de información de forma rápida y de maneras muy sofisticadas. Uno de los mecanismos que ayuda a hacer esto es la capacidad que el cerebro tiene para “compensar deficiencias” y reconocer patrones. Cuando leemos no nos concentramos en las letras de cada palabra, sino que captamos el significado. Podemos hacer esto porque el contexto y las pistas iniciales nos ayudan a dar un salto hacia lo que queremos ver.
Esa capacidad, que generalmente es tan útil, puede llegar a ser un impedimento para el reconocimiento de los riesgos. Cuando se encuentran en situaciones comunes, tenemos la tendencia a ver lo que esperamos ver, y si la situación ha cambiado de alguna manera que introduzca un riesgo no se puede dar cuenta de los  cambio.
Acostumbramiento
Al realizar un trabajo hay dos factores que influencian nuestra seguridad: la experiencia (que nos da el conocimiento de cómo estar seguros bajo las diversas circunstancias que se encuentran) y la conciencia (que hace reconocer rápidamente las circunstancias ante las cuales se puede tener la necesidad de reaccionar.).
Cuando un empleado es nuevo, o es nuevo en un trabajo específico, tiene mucha conciencia pero poca experiencia. El trabajador es muy sensible al riesgo pero no tiene mucha capacidad para manejar el riesgo.
Al pasar el tiempo la experiencia crece, pero la conciencia disminuye a medida que la actividad se vuelve menos novedosa y más rutinaria.
A la larga, el empleado tiene mucha experiencia y poca conciencia, y en este caso es menos probable que reconozca el riesgo. En efecto, el empleado se ha “insensibilizado” a los peligros del trabajo.







viernes, 15 de noviembre de 2013

3era Charla Mes Noviembre

LOS TRABAJADORES QUE PIENSAN EVITAN ACCIDENTES






Se ha hablado del hombre  que piensa,  de las decisiones y elecciones, e incluso de  preferencias  hacia un determinado producto.

La frecuencia  de los accidentes  se podría reducir  sustancialmente si se piensa seriamente  y se filtra  las respuestas correctas que se refieren a la protección personal en el trabajo y fuera de éste.
Tres de las razones  que se dan al hablar de accidentes son:

            1.-        No lo vi
            2.-        No lo pensé o yo creí que
            3.-        No lo sabía

Hablemos un poco de cada una de estas tres cosas y midamos su relación hacia los accidentes.

La vista. Esta es una facultad  concedida por Dios  que la mayoría tiene, pero que se toma como "por supuesto" u "obvio que se debe tenerla", la mayoría de las veces. Se considera por un momento las veces cuando se corre el riesgo de perder  la valiosa vista, cuando no se usa los anteojos o las caretas faciales, donde existe un peligro de proyección de partículas u otro peligro para los ojos.

La vista es en realidad uno de los órganos más importantes que tiene el ser humano.

Solamente una persona  que haya perdido su vista  por medio de un accidente,  nos podrá decir  lo valioso que es este sentido.  Muchas personas que han  perdido su vista  dicen que  preferirían haber perdido  todos sus otros sentidos  antes que la vista.

Pensar. Muchos piensan que los accidentes suceden porque sí, que son impredecibles o mala suerte, o era su hora.  Su actitud  de que simplemente los accidentes  suceden, o no pueden ser evitados, ni siquiera da lugar a una  discusión. 

El pensar con lógica llevaría a la conclusión  que prácticamente todos  los accidentes, se pueden evitar.

En los últimos  años ha habido una mejora  sostenida y creciente en las estadísticas  debido a que los gobiernos a través de las leyes, las empresas, los trabajadores,  y los asesores en prevención de riesgos, han estado pensando en formas de hacer  sus trabajos  más seguros mientras  se mantenía o incluso aumentaba la productividad.

Con el tiempo y a medida que aumenta la tecnología, algunos trabajos se han hecho más seguros pero han aparecido otros en donde el riesgo tiene potencial para provocar un desastre.
Ahora bien, si los accidentes suceden porque sí, se puede explicar  de forma alguna esa reducción  en la frecuencia  de accidentes. Eso prueba simplemente  y con mucha autoridad que los hombres que piensan evitan accidentes.

¿Qué significa eso para nosotros aquí en nuestro trabajo o en nuestra casa?
Significa que se deben  pensar en la manera  de hacer el trabajo sin causar una lesión  a  un compañero de trabajo o miembro de su familia.  Fue necesario combinar las ideas de muchas personas para desarrollar los métodos de trabajo posibles más seguros y mejores.

Algunas de las mejores sugerencias  han venido  de los propios trabajadores, gente que  pueden pensar  y en realidad piensan  en formas mejores de hacer su trabajo sin peligros.

Conocimiento. Aunque el saber hacer un trabajo correctamente es muy importante, no se reduce  todo a saber. Se  tienen que poner  ese conocimiento en la práctica.  Además no olvidar que ustedes son los ejemplos y guía  para los trabajadores nuevos.

Parte del trabajo es asegurar que cada uno conoce la forma correcta  de hacer su trabajo.  Si no se conoce la forma correcta, PREGUNTAR.

Finalmente, si tienen la seguridad  que conocen todos los peligros, que conocen  la forma correcta de hacer el trabajo y que piensan cuando se está trabajando,  se pueden evitar accidentes. Los trabajadores que piensan  evitan accidentes y son altamente productivos.



viernes, 8 de noviembre de 2013

2 Charla Mes Noviembre

¿Qué haces con la culpa?

                    






  



Un tema de la vida diaria es la "CULPA". Esta significa una discordancia con algún sistema de valores personal o social.
Si la vemos desde una perspectiva positiva:
* Puede significar una señal de que debemos examinar nuestra conducta.
* Da la oportunidad de aprender de los errores, para no volver a cometerlos.
* Los hace más responsables entre otros.
¿Qué sucede cuando la culpa, se vuelve en algo malo, negativo, neurótico? Es aquí donde comienza los problemas, es aquí donde se encuentran muchos como sociedad que busca la "dominación" por medio de la culpa.
La culpa es toxica, es la consecuencia de un sistema rígido de valores, donde terminamos marcando las cosas como algo bueno o malo, sin términos medios. Terminamos siendo jueces implacables de nuestra vida y de la vida de los demás.
Llegados a este punto, Se termina creyendo responsables de la vida de los demás y esto lleva a vivir sufriendo por lo que no puede ser o hacer por ellos (esto también perjudica al otro, porque la otra persona no se responsabiliza a si misma de su vida).
¿Qué podemos hacer? En primer lugar, es muy importante darse cuenta de la situación. Debemos entender, que una forma de aprender es a base de prueba y error.
Se hace todo lo posible (siempre hablando de gente honrada y responsable), todo lo que está a nuestro alcance. No es justo ni beneficioso para nadie, pasarse la vida entera castigándose por los errores cometidos. ¿No sería más productivo, ocupar ese tiempo en no cometer más ese error y mejorar la vida y tal vez ayudar a que otros mejoren las suyas?, ¿No es esto más productivo y beneficioso?
Cuando la culpa ya nos ha "atacado", sería bueno parar, analizar nuestras actitudes y acciones, que llevaron a este sentimiento. De esta manera, podemos ver donde estuvo la equivocación. A partir de allí, aprender de los errores y encontrar nuevas conductas que ayuden a mejorar.
Cuando nos damos cuenta, que nosotros somos los responsables de nuestras vidas y los creadores de lo que deseamos, el sentir culpa ya no es necesario. Si fracasamos, se aprende de los errores y esto ayudara a ser mejores.





viernes, 1 de noviembre de 2013

1era Charla Mes Noviembre

LOS ACCIDENTES COMO RESULTADO DEL COMPORTAMIENTO INADECUADO





Es evidente que la forma de pensar, de actuar y de realizar movimientos y tareas del día  ya sea en el trabajo  o en los hogares, influye grandemente en las posibilidades de sufrir accidentes.
¿Cuál  creen ustedes que es el factor que provoca la mayoría de los accidentes?
Como hemos visto, el factor número uno causante  de accidentes es, el factor humano.  La mayoría de los accidentes no son provocados por  falla mecánica, ni por los equipos, ni por las herramientas, sino  por el descuido y el uso inadecuado  de tales herramientas y equipos.
El comportamiento influye en la posibilidad de provocar  accidentes que den por resultado  lesiones graves, e incluso la muerte.
Frecuentemente conscientes de los peligros que rodean, sin embargo,  no se actúa consecuentemente, no  se toma las medidas necesarias para evitar  que esos peligros se conviertan en una triste realidad. Muchas veces se olvida  usar los equipos de protección personal,  expuestos a sufrir lesiones serias o a dañar la salud, a causa del ambiente  que nos rodea.
Otras veces  sucede que no  se obedece las normas de prevención establecidas sólo por el hecho  de que no son importantes  y que si llegara el momento de una emergencia estar al tanto de cómo defenderse. Una actitud que más tarde  o más temprano, provocará un accidente.
Se detalla una  serie de actitudes humanas  que aumentarán  o disminuirán  la posibilidad de sufrir un accidente. Un grupo es positivo y el otro es negativo. Las personas que muestran las actitudes  positivas son las personas  que muy probablemente nunca sufrirán accidentes  mientras que las personas  con las actitudes negativas están involucradas en  accidentes  con bastante frecuencia y lo que es peor, son las causantes de  accidentes que no solo dañan  a su persona, sino al bienestar de los que se encuentran a su alrededor y la imagen de la empresa frente al cliente y la comunidad, e incluso a los trabajadores seguros o positivos.
Entre las actitudes que han sido  determinadas como negativas  y por lo tanto  causantes de accidentes podemos citar las siguiente
·         Demasiada confianza en lo que se hace
·         Evadir la responsabilidad con excusas
·         Intolerancia
·         Impaciencia
·         Incapacidad de recibir criticas
·         Descuido
·         Alcoholismo
·         Inmadurez; bromas e indisciplina, entre otras.
Estas son actitudes negativas  que debemos dejar a un lado o tratar  de evitar. Eliminar del comportamiento  ese tipo de actitudes, se contribuye a nuestro propio bienestar en todo momento y en cualquier lugar.
Entre las actitudes positivas  que contribuyen a prevenir accidentes se encuentran las siguientes: madurez personal, disciplina, actitud realista  y social, actitud de tolerancia y amabilidad para con los demás, responsabilidad, moderación, control de los impulsos y discreción.
Se puede decir que las personas  que se preocupan  por la prevención de accidentes son personas que se dan cuenta de sus limitaciones y de sus debilidades y que miran  a su alrededor  en forma realista, con interés de ayudar  en lo que puedan a reducir los factores que provocan accidentes.
Podemos eliminar  actitudes negativas y adoptar  otras nuevas y positivas que serán provechosas tanto  para nuestro bienestar como para el  de nuestros compañeros de trabajo. Recuerden  siempre que  en la mayoría de los casos  nuestro comportamiento inadecuado es el causante de los accidentes.


Hagamos un esfuerzo por mejorar nuestro  comportamiento a favor de la prevención de accidentes y de nuestro propio bienestar, tanto en el trabajo como en el hogar.