CADA
PROBLEMA EN SU LUGAR
Trabajar en ocasiones resulta
complicado, hay días más difíciles que otros, es posible que nuestras metas de
producción no se cumplan como quisiéramos y esto al final genera estrés y
frustración.
Además en ocasiones nuestros asuntos
personales y las dificultades familiares pueden llevar a que esos niveles de
estrés y frustración aumenten.
Algunas veces, esas situaciones hacen
que lleguemos a ser agresivos, distraídos y perder el control de las
situaciones, cosa que en realidad no debe suceder.
En esos casos de alto estrés, lo mejor
es mantener la calma, concentrarnos en el trabajo y evitar enfrentamientos.
En alguna oportunidad un trabajador se
quejaba furiosamente ante un médico que le recomendó retirarse del hospital en
el que se encontraba un ser querido en estado muy grave diciéndole: “estando en
este hospital, usted no puede hacer nada para mejorar la situación de salud de
su ser querido. Es mejor que se calme, vaya a su trabajo y se concentre en
hacerlo correctamente”
En principio esto puede sonar muy duro
o inhumano, pero el consejo del médico es apropiado. Si tenemos una situación
externa que nos está generando problemas, lo mejor que podemos hacer es evitar
que esa situación empeore otros aspectos de nuestra vida.
Si tenemos problemas, actuemos para
solucionarlos, en lugar de complicar las demás cosas a cuenta de éste. En los
casos en que la solución no está en nuestras manos -como la salud de un ser
querido, para dar un ejemplo- mantengamos la calma y conservemos cada problema
en su lugar.
A la hora de trabajar concentrémonos
en nuestro trabajo, evitemos distracciones y con esto, problemas o
enfrentamientos.
¿Qué pasa si nos distraemos y sufrimos
un accidente?
Simple: Ya no tendremos un problema,
sino dos o posiblemente más. Ya no tendremos un ser querido en el hospital,
sino que podríamos estar nosotros también allí, con las consecuencias
adicionales que eso podría tener, como la pérdida de nuestros ingresos, más el
tiempo de recuperación y las preocupaciones adicionales a nuestros seres
queridos.
Tengo muy claro que es mucho más fácil
decirlo que hacerlo, pero no por esto debemos dejar de hacer nuestro mejor
esfuerzo intentándolo.
Permitir que el
estrés y los problemas afecten el resto de nuestra vida no es buena idea